La fuerza muscular no solo es esencial para los atletas, sino que también juega un papel crucial en la salud y el bienestar de cualquier persona a lo largo de la vida. Un reciente estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine introduce el concepto de «strengthspan», o alcance de la fuerza muscular, y cómo su mantenimiento desde la infancia hasta la vejez puede mejorar significativamente nuestra calidad de vida y longevidad (Faigenbaum, Garcia-Hermoso, MacDonald, Mortatti & Rial Rebullido, 2024).
Infancia: Comenzar fuerte.
Desde temprana edad, la fuerza muscular es un factor determinante para la actividad física en los niños. Aquellos con baja fuerza muscular tienden a ser menos activos, lo que afecta su participación en juegos y deportes, aumentando el riesgo de lesiones y problemas de salud mental. El estudio subraya la importancia de actividades apropiadas para el desarrollo que fortalezcan los músculos desde la niñez, preparando a los jóvenes para un futuro más saludable y activo.
El desarrollo de la fuerza muscular en los niños no solo los prepara para enfrentar las demandas físicas de la actividad moderada a vigorosa, sino que también mejora su confianza y competencia en sus habilidades físicas. Esto es crucial, ya que una base sólida de fuerza en la infancia puede traducirse en una vida adulta más activa y saludable. La identificación temprana y el tratamiento de la debilidad muscular en los jóvenes pueden prevenir una serie de problemas de salud en el futuro.
Adultez: Mantenerse fuerte.
La investigación revela que solo el 17% de los adultos cumplen con las recomendaciones de actividad física que combinan ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento muscular. La disminución de la fuerza muscular en esta etapa puede conducir a una reducción de la actividad física, afectando negativamente la salud general. Sin embargo, la práctica regular de actividades de fortalecimiento muscular puede optimizar la fuerza máxima, mantener la independencia funcional y retrasar los efectos del envejecimiento.
Durante la adultez, la fuerza muscular permite realizar actividades cotidianas con mayor facilidad, como cargar bolsas, levantar equipaje y mover muebles. La fuerza no solo mejora la funcionalidad diaria, sino que también tiene efectos antienvejecimiento, impactando positivamente la salud y el bienestar general. Al mantener una rutina de ejercicios de fortalecimiento muscular, los adultos pueden disfrutar de una mejor calidad de vida y una menor incidencia de enfermedades crónicas.
Vejez: Permanecer fuerte.
La evidencia clínica muestra que la participación en actividades de fortalecimiento muscular puede preservar la capacidad funcional en los adultos mayores, reduciendo el riesgo de caídas y lesiones asociadas. La actividad física regular que incluye ejercicios de fuerza puede extender el «strengthspan», permitiendo a los adultos mayores disfrutar de una vida más activa y saludable.
A medida que envejecemos, la pérdida de masa muscular y fuerza, conocida como sarcopenia, puede afectar severamente nuestra capacidad para realizar tareas diarias. Sin embargo, el entrenamiento de fuerza puede contrarrestar estos efectos, manteniendo la integridad de las fibras musculares y mejorando la capacidad funcional. Los adultos mayores que participan regularmente en actividades de fortalecimiento muscular tienen una mayor independencia y una menor probabilidad de sufrir caídas y lesiones relacionadas.
Fuerza muscular a lo largo de la vida.
El estudio incluye un gráfico crucial que ilustra las trayectorias de la fuerza muscular a lo largo de la vida (figura 1). Este gráfico compara dos escenarios: uno con un desarrollo óptimo de la fuerza muscular y otro con un desarrollo subóptimo. En el primer escenario, una vida de actividad física regular y fortalecimiento muscular resulta en una mejor salud, un envejecimiento más lento y una mayor longevidad. En el segundo escenario, la falta de fortalecimiento muscular lleva a una salud deficiente, un envejecimiento acelerado y una vida más corta.
Este gráfico visualiza claramente la importancia de mantener una fuerza muscular adecuada desde la infancia hasta la vejez. Aquellos que desarrollan y mantienen su fuerza muscular disfrutan de una vida más larga y saludable, con una disminución más lenta de la salud y la funcionalidad en comparación con aquellos que no lo hacen.
Conclusión
Mantener y desarrollar la fuerza muscular a lo largo de la vida no solo prolonga la longevidad, sino que también mejora la calidad de vida en cada etapa. Desde la infancia hasta la vejez, la integración de actividades de fortalecimiento muscular en nuestras rutinas diarias es esencial para promover una vida más saludable y activa. Es fundamental que tanto los profesionales de la salud como las políticas públicas fomenten estas prácticas desde temprana edad.
Para lograr esto, debemos evaluar la fuerza muscular en la práctica clínica desde temprana edad y prescribir intervenciones personalizadas que reconozcan la importancia tanto de las actividades de resistencia como de las de fortalecimiento muscular. Además, es crucial proporcionar educación continua para disipar los mitos sobre el ejercicio de fuerza para niños y aumentar la conciencia sobre la importancia del fortalecimiento muscular mucho antes de la edad adulta. Iniciativas de salud pública que hagan accesible e inclusiva la actividad de fortalecimiento muscular para todas las poblaciones pueden añadir años de vida saludable y activa.